Un entrenador amigo mío, que sabe más de lo que el se cree, me pasó el otro día un ejercicio de 1x1 para finalizar los entrenamientos de un modo divertido y que participa todo el equipo. El ejercicio consiste en lo siguiente:
- Disponemos a los jugadores por parejas, un balón por pareja, distribuyéndolas equilibradamente en las dos canastas.
- Un jugador de la pareja tira un tiro libre y el otro está para coger el rebote. A partir de aquí pueden pasar dos cosas:
1. Si anota, ataca en canasta contraria con la defensa del defensor. Allí se juega 1x1 hasta que uno de los dos meta canasta. Si el que atacaba inicialmente mete canasta, ya se puede ir a casa y ha terminado el entrenamiento. Si el que mete canasta es el defensor, tras haber robado, tiene que tirar un tiro libre. Si lo mete, a casa. Si lo falla, se repite, tiene que bajar rápido a defender, y se vuelve a jugar un 1x1.
- Si no anota el tiro libre el tirador baja rápido a defender y el otro jugador rebotea y ataca la canasta contraria. Vuelve a suceder lo mismo que hemos explicado antes, si mete canasta, tendrá que tirar un tiro libre, si lo anota, a casa, y si falla, tendrá que bajar rápido a defender.
Es decir, que para poder terminar el entrenamiento hay que meter un tiro libre y un 1x1.
Como de la pareja, uno ha terminado el entrenamiento, el otro que queda, esperará a buscar una nueva pareja de los jugadores que no han terminado el entrenamiento.
De ese modo, llegará un momento en el que solo quedará una pareja, y al final un jugador quedará solo, que será el que pierda.
Normalmente, cuando lo hago, nadie se va a la ducha, si no que se quedan animando al resto de sus compañeros y se echan unas risas, con lo que se consigue otro objetivo de los entrenamientos, que es que se vayan con un buen sabor de boca a sus casas (salvo el que ha perdido, ¡claro!).
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