Hoy he leído un artículo de un periodista en marca.com, cuyo enlace pongo al final, hablando sobre el equipo de futbol del Barcelona y los seis títulos que ha ganado este año. En él, elogiaba sobre todo a su entrenador, Pep Guardiola, y a mi modesto entender creo que el artículo habla fundamentalmente de humildad. Lo más meritorio es poseer esa virtud estando tan alto como está. Esa es la gran dificultad.
Es un buen ejemplo a seguir por un entrenador, de cualquier disciplina deportiva, y me pregunto, si nosotros, que la gran mayoría que "andamos" por este blog no somos entrenadores de élite, nos comportamos como Pep Guardiola, porque si lo hacemos o hicieramos, sería fantástico el ejemplo que le estamos transmitiendo a nuestros jugadores.
No lo reproduzco al completo, ya que lo más interesante y destaclabe, es:
"....creer en ti sin creerte nada. Poseer seguridad sin convertirla en prepotencia. Conjugar confianza y humildad. Fe en los compañeros y respeto al rival. Competitividad máxima y deportividad impoluta. Y la gran clave: impermeabilidad ante el elogio, una lucha feroz contra la complacencia. Leer artículos beatificantes y levantarse pronto de nuevo la mañana siguiente porque queda mucho por hacer. Renunciar a los homenajes porque hay un rival que estudiar y una hora de viaje es una hora que no se invierte en conocer los puntos débiles que te harán ganar. Olvidarse de la victoria de ayer para volver a desear la victoria de mañana con la misma sed, pero sin olvidar que todo lo que se hizo bien ayer te hará fuerte para mañana. Y tantas cosas.
....pese a ser tan purista en el estilo como los más puristas, siempre ha sabido a diferencia de algunos de ellos que la esencia de la competición es la victoria. Cuando se pierde, si se ha hecho bien, se acepta. Y no se destroza nada, se acepta. Si se gana, se disfruta. Se disfruta, se llora, se vuelve uno loco y piensa en su infancia y en sus amigos y en su familia y en todo lo que quiere en el mundo."
El enlace es el siguiente:
Enhorabuena al autor.
2 comentarios:
Desde luego es un cambio de paradigma del modelo entrenador absoluto. Entre el modelo Guardiola y Luis Aragones (por poner un ejemplo) va un mundo.
Un saludo
Es cierto, y cada uno tenemos una personalidad diferente y unas virtudes más destacadas que otras,y por supuesto defectos, pero creo que el respeto y la humilidad, deben ser valores implicitos a cualquier entrenador y que Guardiola demuestra no son exclusivos para entrenadores de categorías inferiores (mal llamadas categorías de formación, pues aquí, el que no se esté formando, mal va).
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