domingo, 14 de febrero de 2016

¿Y qué hago con un esguince de tobillo?

En más de una ocasión una jugadora nuestra se ha lesionado con un esguince de tobillo y nos hemos preguntado cómo actuar. Pues aquí va un "guía burros", o en un término más moderno, "check list". 

Hay varios grados de lesión. En esta vamos a hablar de un esguince leve, con hinchazón, etc., pero no una rotura de los ligamentos. 

Así que vamos a nuestra lista. 

Primer día del esguince. 

1.  Pregunta, se ha hecho el esguince....¿le quito la zapatilla? Si. La respuesta es si. 

A partir de ahí, lo de siempre. Hielo, con la idea de mitigar el dolor y proporcionar un primer efecto antiinflamatorio. 

2. ¿Apoyar? Inicialmente, no. Nada más haber sido la lesión, no apoyamos. 

3. Llegamos a casa del partido. ¿Qué hacemos? Después de la ducha tras el partido, aplicamos una crema antiinflamatoria. Hay muchas. Yo he utilizado recientemente TRAUMEEL. Es homeopática. Muy buena. En las primeras 24 horas, cada 8 horas, y antes de aplicar la crema, 10 minutos de hielo. Se extiende la crema y se recubre toda la zona con un plástico transparente de cocina, para que el efecto de la crema sea mayor.  Es bueno que duerma con el plástico puesto. 

Al día siguiente, ya no hace falta poner hielo antes de dar la crema. 

4. ¿Mover el pie? Si. Lo ideal es empezar a moverlo. A hacer el juego del movimiento del tobillo, pero hasta que empiece a doler. Pero es beneficioso empezar el movimiento.  Y en cuanto se pueda apoyar, a apoyar. Quizás, las primeras 24/48 horas habrá que ir con muletas. En función de cómo se tolere el dolor, con dos muletas o una. 

Es importante que si empieza a andar, que lo haga bien, sin cargar la otra pierna, no vaya a ser que por adelantar el proceso, sobrecargamos la otra por forzar. 

5. Alimentación. Importantísima. Es necesario darle nutrientes adecuados al sistema inmune para que trabaje, pues las primeras 24/48 horas va a "currar" bastante. 

- Mucha agua. 
- Proteína: pavo, pollo, pescado, huevo duro. 
- Una cucharadita de miel (cuanto más oscura mejor).
- Aguacate triturado con aceite de oliva. 


Días posteriores. 

1. Probablemente, al día siguiente el tobillo esté más hinchado. Es normal. Eso es que el sistema inmune está trabajando. 

2. Aplicar la pomada dos veces al día. Ya no hace falta hielo. 

3. Mover el pie hasta que empiece a doler. En función del umbral de la persona, avanzará más o menos. 

4. Poco a poco la propia lesionada irá abandonando las muletas. 

5. En cuanto abandone muletas, empezar a hacer ejercicios de apoyo. Apoyar el pie lesionado, quedándose a la pata coja. Evolucionar a hacer lo mismo, pero con los ojos cerrados. 

Ponerse a la pata coja sobre el pie lesionado, y con alguien dando ligeros golpes para desestabilizar. Igual, pero con los ojos cerrados (la lesionada, no la que da los golpes....jeje...). 

A medida que la jugadora coja confianza, se puede evolucionar el ejercicio a estar a la pata coja y que haga saltos de 90 grados en 90 grados. Y posteriormente, con los ojos cerrados. 

6. Cuando desaparezca la hinchazón, ya no hace falta aplicar la crema. 

7. Si la jugadora va a empezar a entrenar, es recomendable, los primeros entrenamientos, vendar el tobillo. No es cierto eso de que hagamos el tobillo más débil. Es un vendaje sólo para los primeros entrenos. El resto del día el tobillo está libre, y las fibras están trabajando, ya que estamos haciendo ejercicio. 




miércoles, 10 de febrero de 2016

Cuando los sueños se cumplen


Anoche, viendo el programa de deportes de La Sexta visualicé, emocionado, un vídeo de baloncesto que quiero compartir con vosotros.

Un chico, con Síndrome de Down, anota la canasta ganadora de un partido de instituto, defendido por su hermano, además.

Atreviéndome demasiado, observo su técnica de tiro, el cómo se mueve en la defensa en zona e intuyo que a ese chico le apasiona el baloncesto y que trabaja cada día por mejorar en cada aspecto.

¿Cuántas veces hemos soñado con meter esa canasta? ¿cuántas veces lo habrá soñado él? El 5 de febrero de 2016, él metió la canasta pero, a juzgar por la alegría de compañeros, rivales y público, la metió por todos nosotros: ¡Jugón!


miércoles, 3 de febrero de 2016

La importancia del "vacile"

En el entrenamiento de ayer pasó una cosa que para mi es muy importante, con independencia de si conseguimos hacer más o menos cosas. 

Ayer mis JUGADORAS, y lo remarco en mayúsculas refiriéndome a género femenino, las chicas que forman parte de mi equipo, se VACILARON. Se vacilaron en el buen sentido de la palabra. 

Entrenábamos en la calle, en una ciudad de montaña, y ya era de noche. Hacía frío. El caso es que estábamos trabajando un concepto, el de "dibujar líneas de pase".  A parte de un ejercicio específico, decidí jugar un 3c3 (eramos 6) en un aro. Competición a 5 puntos. Los pases malos restaban una canasta. Defino mal pase con, de momento, dos detalles:

- Aquel que se da con una mala ocupación de espacios. 
- Aquel que no tiene tensión. 

Mientras ellas jugaban yo era el mando a distancia del vídeo para parar las acciones, dar hacia atrás, etc. De esa manera íbamos perfilando los detalles a trabajar. 

Y todo esto está muy bien (o no), pero lo que más me gustó es que en cada acción que ellas consideraban que había sido buena, al final de la jugada, vacilaban a sus compañeras rivales, que si te miro a la cara, que si paso a tu lado, que si me pongo en plan "rapera", que si :"Bammmmm", etc., ya os podéis imaginar. Todo dentro de un respeto profundo, de un entorno muy divertido y agradable. 

Y es que considero que la jugadora de baloncesto tiene que ser CHULA en la pista. Y esta característica es algo que no se da en las chicas que juegan al baloncesto habitualmente. Y creo que es algo que deberíamos fomentar más. Es evidente que hay que trabajar esta parcela con delicadeza para no caer en faltas de respeto, chulería mal entendida, etc. Me refiero a trabajar ese punto de chulería que proporciona mucha confianza en la jugadora, que le habilita a intentar cosas que sabe que no le suelen salir y que renuncia a ejecutarlas por vergüenza. 

Por supuesto, es algo a trabajar en los chicos, pero mi experiencia me dice que en ellos algo de esta "chulería" va en su ADN. Que también esté en el ADN de ellas.