jueves, 29 de marzo de 2018

Algunas notas sobre el Campeonato de España de Minibasket.

1. Generalidades. 

1.1 Muy buen ambiente en las gradas. Mucho público animando a los equipos y muy esporádicas y aisladas protestas a árbitros o aficiones increpando a rivales. Fantástico control emocional de la mayoría de las aficiones. 

1.2. Excelente nivel de arbitraje. Me ha gustado mucho. Con los errores inherentes a la condición humana, pero con una profesionalidad digna de reseñar. 

1.3. El ambiente que se respira es fabuloso para la ilusión de todos los que rodean el campeonato. Se respiran emociones buenas allí donde vayas. 

1.4. Creo que es una competición muy interesante. Considero que se debe venir a competir y que no está reñida esta experiencia con la parte formativa. 

1.5. La organización, como espectador que he asistido, es muy acertada. Enhorabuena a los gestores. 

2. Respecto a entrenadores. 

2.1. En general, creo que los adultos de los banquillos sobre excitan a los jugadores, llevándolos a unos niveles de activación perjudiciales para el juego. 

2.2. Algunos entrenadores excesivamente directivos. Deberían dejar jugar más a los chicos. 

2.3. Entrenadores preocupados por el resultado. Demasiado preocupados. 

2.4. Algunos entrenadores haciendo cambios con jugadores menos dotados de talento que ponían en riesgo el resultado de su equipo, pero que iba en beneficio de la formación de los chicos. Excelente. 

2.5. Creo que deberíamos dejar jugar más a los chicos e impactar menos en el juego. El juego es de ellos. Lo repetiré hasta la saciedad. 

2.6. Algunos entrenadores me han resultado excelentes en los planteamientos de cómo se debe jugar estos campeonatos. Con el equilibrio de competir para ganar y la formación de chic@s de 12 años. 

3. Respecto a los jugadores/as. 

3.1. Increible la velocidad de ejecución, más allá del acierto o el fallo. 

3.2. Densidad de jugones por metro cuadrado muy elevada. Mola. 

3.3. Creo que eran capaces de gestionar las emociones propias del campeonato mejor que alguno de los adultos en el banquillo. 

3.4. Desparpajo y creatividad. 

3.5. Cada día hay chavales más altos y más rápidos. No más fuertes, porque están desarrollándose. 

4. Respecto al juego. 

4.1. Mucho tiro de tres o debajo del aro. Como los Houston Rockets. ¿Los chavales de 12 años nos están invitando a evolucionar?

4.2. Mucho protagonismo del balón. Las acciones siempre venían de él. Es bueno que se genere desde el 1c1, aunque creo que hay más. 

4.3. Escaso protagonismo de los pivotes. Me hubiera gustado ver más juego de este tipo. 

4.4. Empiezan a ocuparse espacios interiores, dado los tamaños cada día más grandes. 

4.5. Espacialización en los roles en pista, también provocada por los diferentes tamaños de los deportistas. Hay chic@s muy grandes y pequeñaj@s. 

4.6. Tampoco he visto juego desde el lado contrario al balón. El juego de los cortes desde el lado contrario. 

4.7. Creo que se puede empezar a trabajar el juego áreo con estos jugadores de las selecciones. No con todos, pero sí con muchos. Y no me refiero al ally-hoop con mate, sino a que engancharla por arriba, sea una opción más, aunque no termine en mate. 

4.8. Las defensas son aluciantes, en intensidad, actitud y anticipación. 

4..9. Se debería ser más riguroso con esas defensas individuales tan flotantes. Y los primeros, los entrenadores. Aunque el propio juego las pondrá en su sitio, ya que aquí, cerraditos, te inflan a triples. 

4.10. Como en los mayores, le daría una pensada a la distancia de tres puntos. 

Conclusiones. 

1. Me encanta cómo los jugadores jugando hace que los entrenadores nos tengamos que replantear cosas. ¿De quién es el juego en consecuencia?

2. Me gusta mucho que las aficiones animen, como lo han hecho en este campeonato. 

3. Me gusta mucho que los jugadores jueguen, como lo han hecho en este campeonato. 

4. Me gusta mucho que los árbitros arbitren, con este nivel de seriedad, como lo han hecho en este campeonato. 

5. Me gustaría mucho que los entrenadores guiaran a sus jugadores a través del juego que ellos juegan y no el que nosotros queremos que jueguen. Menos dirección y saturación de motivación. 

6. Me gusta mucho ver a determinados entrenadores dirigir con mesura, concentración, exigencia, riesgo, compromiso y con el convencimiento de que el juego es de los jugador@s.