lunes, 20 de febrero de 2012

Entrenadores....., ¿y si no tuvieramos árbitros?

Os imagináis, por un momento, que en el partido de este fin de semana que ha pasado hubieramos jugado sin árbitros. Jugar, solo, basándonos en las normas básicas de convivencia: nobleza, sinceridad, respeto, educación, etc..., sin una autoridad que trate de repartir justicia y castigar las infracciones basándose en un reglamento.  Pensar en el partido de este fin de semana pasado, ¿hubieramos sido capaces de terminarlo? ¿Qué partido se hubiera jugado?

Me imagino que, algunos partidos, no habrían llegado al final de primer cuarto, antes se habrían peleado entre todos.

Los jugadores juegan, los árbitros arbitran y los entrenadores, entrenan, dirigen y forman a sus jugadores.

Un jugador de baloncesto tiene escasos uno o dos segundos para tomar una decisión en la pista. Los árbitros no tienen ni eso, ni un segundo. Se pasan todo el partido tomando decisiones en tiempo real.

¿Qué derecho tenenmos los entrenadores a protestar?  ¿Acaso acertamos siempre? ¿Hacemos siempre el cambio correcto? ¿Tenemos siempre a los jugadores adecuados en pista? ¿Hacemos el ejercico correcto en el entreno? ¿Planificamos adecuadamente siempre?. Que cada uno de nosotros piense en él mismo hace siete u ocho años... seguro que a su mente viene un pensamiento parecido a: "caray las burradas que hice con aquel equipo...menudas "pifias"....."

Creo que no tenemos ningún derecho a criticar las decisiones de los árbitros y menos increparles al final del partido (casualmente siempre es el entrenador que ha perdido el partido). Los habrá buenos, malos y peores, pero como nosotros, y como los jugadores. Y sí que está de nuestra mano facilitarles la labor. Nuestros jugadores tienen que salir a la pista a jugar, a disfrutar de este bendito deporte y si el árbitro se equivoca, no juzgarle y pensar en mi siguiente jugada, en tratar de ayudar a mi equipo a vencer al rival con todo mi esfuerzo. Dejemos que el árbitro arbitre. Y si un día se equivoca infinitamente en nuestra contra, armarse de paciencia y transmitir a nuestros jugadores la necesidad de vencer al rival con nuestras armas.

Michael Jordan es, reconocido por la gran mayoría, el mejor jugador de todos los tiempos. Su porcentaje de tiro, es inferior al 50%, es decir, fallaba más de la mitad de lo que tiraba. Todos fallan, y los árbitros también... pero, ¿qué derecho tenemos a criticarles? ¿qué derecho tenemos a culparles de nuestras derrotas? Ninguno. Si perdemos, saludamos al rival, le felicitamos y pensamos en qué podemos mejorar para vencerles la próxima vez.

Todos los entrenadores deberíamos hacer una reflexión sobre nuestro comportamiento con los árbitros. Todos los entrenadores deberíamos fijarnos en nuestros jugadores y en los jugadores del rival, para centrar nuestro esfuerzo en tener a los mejores jugadores en pista y utilizar las tácticas más convenientes para ganar noblemente al rival. Un entrenador que se dedica a criticar al árbitro está perdiendo tiempo, y no está centrado en tratar de hacer mejor a sus jugadores y a su equipo. Es como si un jugador en la pista se dedicara a otra cosa que no sea jugar. No estaría haciendo bien su trabajo.

Sin árbitros no hay baloncesto. Es la autoridad, los jueces que dictan sentencia en cada segundo del partido, y no hay Tribunal Supremo para recurrir. ¿Acaso los jugadores cuestionan nuestra autoridad como entrenadores? No cuestionemos nosotros a los árbitros. Lo que hay son entrenadores inteligentes que aunan esfuerzos para vencer al rival y se olvidan del arbitraje.

No hablo de entrenadores de formación, hablo de entrenadores profesionales o de entrenadores de liga local de barrio. Si pierdo tiempo con los árbitros, estoy perjudicando a mi equipo. Y de nada me sirven los comentarios de "presionar al árbitro", de "cambiar arbitrajes" o comentarios así...., solo me sirven aquellos entrenadores que quieren entrenar, dirigir, formar y tratar de ser mejor cada día. Lo mismo quieren los árbitros, ser mejor árbitro cada día y aportar su granito de arena para que disfrutemos todos los fines de semana de buenos partidos de baloncesto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es su trabajo hacer las cosas y pensar bien!! para algo se les paga... ¿si un cirujano en una operación de corazón ((que tampoco tiene tiempo de parar a pensar))se equivoca que pasa?
-Es su trabajo y su deber es hacerlo bien,y en algunos casos lo hacen mal y en contra de alguien simplemente porque les cae mal o les apetece joder!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo, muchas veces lo hacen mal porque son unos prepotentes y "abusan" de su autoridad.

CuriosaHistoria dijo...

Hola. No coincido para nada con los comentarios. Arbitrar baloncesto es una cosa dificilísima. Yo arbitré una vez y no creo que vuelva a hacerlo. Cierto que hay árbitros más dialogantes que otros, al igual que ocurre con lo jugadores o con los entrenadores. A los árbitros hay que respetarlos y tratarlos con educación. Puedo entender que, si se equivocan -a juicio nuestro, claro- reiteradamente se lo podamos comentar pero desde luego que no se pueden perder las formas. Y eso de que para algo se les paga..., es un trabajo mal pagado y además el sueldo no da derecho a que te insulten.

Anónimo dijo...

A los comentarios de anonimo solo digo una cosa, según ese criterio, como a los entrenadores también nos pagan y nuestro trabajo es hacer las cosas y pensar bien, cada vez que nos equivoquemos tendremos que aceptar que alguien nos proteste o nos increpe ¿No?. Yo recuerdo una vez en una pista ponerme hecho un energúmeno, dando un mal ejemplo. Luego me dieron el vídeo del partido. Las dos acciones al final que les reclamaba, una falta y un campo atrás estaban perfectamente pitadas. Cuando volví a coincidir con uno de los árbitros, tras el partido, le pedí disculpas y además le reconocí que todo estaba perfectamente pitado. Todavía me sigo arrepintiendo de aquel día

Unknown dijo...

Yo soy árbitro de la Federación de Baloncesto de Madrid , entrenador de un club de baloncesto y jugador.

Desde cada uno de los puntos de vista se ve el juego muy diferente, por ejemplo desde jugador suelo ser más criticón porque obviamente estás caliente, cansado y la pagas con los árbitros, pero cuando me paro a pensar cuando pito yo, cuando tengo que enfrentarme a unos Juniors, unos sub-21 o un primera autonómica en el que la palabra atento es poco para describirlo... Porque no solo "luchas" contra los dos equipos, sino contra un público que a veces ni tan siquiera se sabe el reglamento. Y sí nosotros nos equivocamos, pero también tengo que decir que nosotros también corremos, y muchas veces llevamos más de un partido seguido antes de pitar otro y el cansancio se acumula. Eso nadie lo tiene en cuenta.

Y para terminar como entrenador, soy de los que el árbitro NO EXISTE, si hay que decirle algo se le explica de buena manera y poco más, porque los chicos lo ven, lo imitan, y se centran como bien dice, en algo a lo que no tienen que estar.

Como anécdota, en un partido que íbamos ganando el equipo contrario nos empezó a pegar en cada entrada que hacíamos, en cada acción y el árbitro dejaba seguir. Llegó la mitad del partido y con un cabreo que nunca había tenido como entrenador por arbitraje, me acerqué, se lo expuse y con una soberbia contestación de él, me fui. Reuní a mis alevines, les dije que se dedicaran a jugar a lo que sabían, que antes de que el defensor llegará soltaran el balón para que nos le diese tiempo ha tocarles y que el árbitro no existía, que el otro equipo jugaba con eso...

Y así hicieron.

Conclusión desde una persona que tiene a día de hoy esos tres puntos:

Un árbitro es una persona que debe de decidir algo en apenas unas milésimas de segundo, está nervioso, cansado, y se equivoca. Y si lo hace contantemente, uno se lo explica no se le grita, se le increpa... porque eso lo que va a conseguir es que se ponga más nervioso, sea más vengativo y consiga que tus jugadores no se dediquen a lo que juegan que es BALONCESTO.