miércoles, 27 de noviembre de 2013

Perfiles de entrenadores. La Naturaleza es sabia.

La Naturaleza es sabia, y en condiciones normales, nos prepara para ser padres en una ventana de edad en la que disponemos de energías suficientes para la crianza. Quien tiene hijos lo sabe bien. Los niños y niñas te exigen un elevado gasto de energía, si quieres educar como hay que hacerlo, evidentemente. Por eso una mujer, normalmente, no puede tener hijos más allá de los 45-50 años. Ya no es porque no estén, tanto el hombre como la mujer, en condiciones de criar a un recién nacido con esas edades, que tal y como evolucionamos hoy en día, si que somos capaces. Yo creo que el reto más difícil es educar a un adolescente con 60-65 años. Ahí creo que la comparación de energías disponibles por el adulto de 65 y el adolescente de 15 se decanta claramente de un lado.

Es decir, que la naturaleza plantea determinados perfiles de adultos para la reproducción y posterior educación de los recién nacidos. Y de la misma manera, creo que el baloncesto debería plantear determinados perfiles de entrenadores para cada categoría.

Al igual que en los ejemplos anteriores, me es difícil ver, lo que no digo imposible, pero quizás más improbable, a un entrenador de 65 años, tipo Aito Garcia Reneses, llevando un equipo de chavales de 6 años, con toda la energía saliéndose por los poros. Más bien, me cuadra un entrenador de 20 años, con energía suficiente para domar a las fieras.

Creo que los clubes de baloncesto que trabajan con cantera, y especialmente los directores deportivos, deben realizar una buena asignación de entrenadores. Es cierto que es difícil cuadrar conocimientos, con experiencia, con edades, etc., pero hay que tratar de buscar ese equilibrio entre el perfil del entrenador y sus jugadores. No hablo de selección de entrenadores, pues muchas veces, tenemos lo que hay en la pequeña ciudad o pueblo. Hablo de asignación, no selección.

Los entrenadores, al igual que los padres, cuando cogen a un equipo, deberían informarse sobre las características principales de la edad de sus jugadores. Los padres siempre se compran libros de cómo tratar a sus recién nacidos, preguntan a sus padres, a amigos que ya han vivido la experiencia, y con esa información, elaboran el manual con el que van a educar a sus hijos.

Pues los entrenadores, tendrían que hacer lo mismo. Saber cuáles son las características de la edad del grupo que entrenan. Por ejemplo, los alevines, niños de 10 años, llevan consigo grabado el egoísmo, pero no porque sean egoístas y no se les enseñe a compartir, sino porque forma parte de nuestra Naturaleza. Pues de ello debemos aprovecharnos. Y por eso, en esas edades tempranas, se trabaja más el manejo de balón que el pase. Porque los "enanos" necesitan un balón, ¡¡ y a veces dos!!

Otro ejemplo es el del equipo formado por adolescentes, especialmente el grupo del preinfantil al cadete de primer año, en donde los niños y niñas están abandonando la infancia para pasar al inicio de la vida adulta. Es decir, dejan de ser niñas, para ser chicas. Este es un momento clave, y muy importante en el desarrollo de los niños, depotiva, social, académica, y personalmente. Y aquí, nos encontramos, los padres, con los dolores de cabeza de la rebeldía, el amor a las amistades, etc., y aquí, se encuentra, el entrenador, rodeado de preadolescentes o adolescentes con toda su energía volcada en sus "fundamentales necesidades".

Es difícil determinar el perfil del entrenador para estos equipos adolescentes, pero no cabe duda, que deberíamos buscar un entrenador con autoridad, comunicativo, que sepa jugar con "soltar la cuerda y trincar por corto", que consiga que sus jugadoras se impliquen en el proyecto deportivo del equipo por convencimiento y no por obligación. Los entrenadores de estos equipos, que tienen ganado el cielo, por otra parte, deben tener en cuenta, que para el adolescente, el baloncesto reúne dos condiciones importantes para ellos, una que está con sus amigos, y dos, que le apasiona. Y estas dos condiciones, deben impulsar el trabajo y no condicionarlo. Y el entrenador debe ser consciente de ello.



Con estos dos ejemplos, invito a quienes tengan que decidir quiénes van a ser los entrenadores de los equipos, a pensar en los perfiles de las edades de los jugadores y los perfiles de las personas que tienen para entrenar a los equipos, y traten de ajustar lo mas posible, pues a veces, en esa elección, está el correcto desarrollo de los chicos y chicas, el éxito académico, social o personal de la niña. Los entrenadores no tienen enorme influencia en la educación de los chicos, pero sí una gran responsabilidad en su motivación semanal, en la que se apoyan para salir adelante en otras facetas de su día a día.