Espacios.
En nuestro equipo, los espacios iniciales a ocupar por nuestros jugadores son los siguientes:
Si estamos trabajando un ataque de “atacar y desajustar” o “pasar y cortar” hay que tener una disciplina en la ocupación de los espacios de manera que todos tengamos las mismas reglas ya que son diez personas moviéndose en un espacio reducido.
En primer lugar, y unido al concepto de la iniciativa, nuestro ataque siempre empieza con el ataque del jugador con balón. Para eso, el espacio a utilizar en la progresión del balón es el central.
En la imagen inferior observamos las posiciones de los jugadores de azul, abiertos, de manera que el balón utilizará ese espacio central para atacar el aro.
- 1c1 y desajustar.
En el juego del “1c1 y desajustar” partimos de la iniciativa del hombre con balón, pero con la importante lectura de las reacciones de los defensores de los atacantes sin balón, ante la penetración del balón.
Los jugadores en las esquinas tienen más protagonismo, tanto cuando el 1c1 nace desde 45 grados o en cabecera, ya que la esquina es hacia donde el hombre con balón tiene una visión más cómoda durante la penetración.
En la situación de un 1c1 sin éxito, es conveniente trabajar el bote hacia atrás para generar espacios y buscar un pase, o botar para el juego del mano a mano. En determinadas circunstancias es bote hacia atrás provoca que el defensor se relaje porque piensa que ha vencido en la lucha del 1c1, suele ser también un buen momento para intentar un segundo ataque.
Recalcar que el balón empieza a circular no necesariamente cuando llegue a la línea de 6,25. Los aleros, empiezan a trabajar para recibir con tiempo y espacio suficiente para ofrecer una línea de pase al balón.
Hay determinados entrenadores que consideran que se debe atacar por el lado contrario al que se recibe. El motivo es la disposición de los defensores respecto al balón y el espacio a recorrer para recuperar su posición con respecto al balón.
Como se observa en la imagen inferior, si A3 recibe el balón desde su derecha, los movimientos naturales de los defensores serán en la dirección de él, de manera que si progresara por su derecha, cerraría espacios con los defensores y les facilitaría la labor defensiva. Por el contrario, si atacara por su izquierda, los defensores tendrían que recorrer más espacio dificultando la recuperación y labor defensiva. Se observa la idea en la imagen inferior, cuando le llega el balón a A5.
Por el contrario, en nuestro equipo nos gusta atacar el centro de la zona, porque nos permite tener una mayor y mejor visión de lo que sucede en el ataque, ya que el campo de visión del jugador alcanza más espacios del campo donde se puede desarrollar el juego. Para que sea ventajoso, el jugador que recibe tiene que trabajar correctamente la recepción (contacto con el defensor, cambio de ritmo, ofrecer blanco al balón, autobloqueos, trabajo de pies, etc.).
· Pasar y cortar.
En segundo lugar, si yo paso el balón, tengo que cortar hacia el aro y en función de la época de la temporada, llegaré hasta la línea de fondo, bajo el aro, y buscaré espacios libres, o esperaré en poste medio. Este aspecto que inicialmente parece sencillo, suele costar bastante trabajo mecanizarlo.
El cortar profundo hasta el aro tras pasar se realiza para generar nuevos espacios, tanto al balón como a los posibles reemplazos. En la imagen vemos la diferencia de cortar hasta el aro o no. Si no cortamos, tanto el atacante como el defensor se quedan a medio camino, generando tráfico en la zona central que es la elegida por nuestro ataque para penetrar.
El tradicional juego, pasar y cortar al aro, con las opciones de:
- Recibir en el corte.
- Recibir el reemplazo.
Esta forma de jugar, inicialmente, genera en los jugadores el olvido del 1c1, pues se centra más en el trabajo de pasar al reemplazo o al corte que la acción ofensiva del jugador con balón.
No es una mala opción a partir de que el hombre con balón no tiene opción de un 1c1 o las ha agotado.
El receptor, buscaría de nuevo el 1c1.
Recordar que los cortes son, generalmente, por delante del defensor, aunque hay que realizar siempre una lectura del defensor, porque, a veces, sacamos más ventaja ganando la espalda y trabajando la puerta atrás.
Otro aspecto importante del corte es saber esperar debajo del aro para observar la situación del juego y tomar la decisión del espacio a ocupar. A partir de aquí, podré dar un apoyo al balón o buscar un espacio fuera de la zona donde me encuentro. Es otro trabajo difícil de mecanizar en el jugador que tiene la inercia del movimiento y el pánico de permanecer más de tres segundos en la zona.
Cuando hablábamos de “aparecer”, se trataba la idea de “fintar la salida” para engañar al defensor de manera que voy a ocupar un espacio que en no espera. En el juego de pasar – cortar – reemplazar hay que tener en cuenta este detalle, al igual que el cambio de ritmo con el objetivo de recibir en una posición de ventaja para conseguir encestar.
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