En una cancha de baloncesto interactúan muchos estímulos a una velocidad muy alta generando una incertidumbre en el resultado final. Y esto sucede a cada segundo del partido. La naturaleza del juego es compleja. Por eso es necesario entrenar el inconsciente, para que el jugador tome decisiones sin pensar pero sabiendo lo que está sucediendo a su alrededor y en sintonía y sincronía con sus compañeros para conseguir un objetivo colectivo favorable. El diccionario define inconsciente como "conjunto de caracteres y procesos psíquicos que, aunque condicionan la conducta, no afloran en la conciencia".
La vida deportiva del jugador es compleja también: momentos buenos, lesiones, cuestiones académicas, amistades, compañeros, etc., generarán unos estímulos que condicionarán la conducta. Cómo el entrenador perciba al deportista, prepare el entrenamiento o gestione un partido influirá notablemente en el progreso integral del jugador. El entorno también condicionará su evolución: padres, clubes, agentes, periodistas, afición, etc.
Los años me han configurado un bagaje diverso, polivalente y complementario resultando una filosofía del entrenamiento deportivo basada en el deportista como protagonista, en un enfoque holístico y en una metodología integral.Deseo compartir mi experiencia con el propósito de reflexionar, no solo sobre tu metodología de entrenamiento, sino tus planteamientos vitales.
Si eres entrenador, deportista, familiar de deportista, directivo en un club, o simplemente un apasionado del mundo del deporte, este libro te brindará herramientas útiles y reflexiones valiosas para acompañar al jugador en su apasionante camino, mostrándote una visión completa y humanista. Es una obra que invita, no solo a la reflexión, sino, sobre todo, a la acción.
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