sábado, 19 de marzo de 2022

¿Cuentan los errores de los jugadores “titulares” igual que los de los “suplentes”?

 ¿Cuentan los errores de los jugadores “titulares” igual que los de los “suplentes”?

Lancé esta pregunta en Twitter y dada la abundacia, calidad y diversidad de respuestas, quiero agrupar las ideas en un único texto. 


Dar en primer lugar gracias a todos los comentarios. Son enriquecedores. 


¿Hay que centrarse en quién comete el error o debemos prestar atención a tipo de error con independencia de quien lo haya hecho? Esta interesante perspectiva elimina de un plumazo la condición de titular o suplente. 


Por otro lado es innegable que hay jugadores con más impacto en el juego que otros, y que en determinadas circunstancias el reparto de minutos no tiene porqué ser democrático. Lo que directamente provoca que quien está más tiempo en pista cometerá más errores, luego se podrá ser más permisivo con ellos, porque muy probablemente también generen más aciertos. 


El entrenador debe ser justo. ¿Significa igualdad para todos en tiempos en pista?¿Nuestras decisiones deben ser las mismas ante el error de cualquier jugador? ¿Implica esta idea de justicia tratar a todos por igual?


Si penalizo al “suplente” con el banquillo en sus primeros errores, ¿Estoy alimentando el proceso vicioso de: “salgo a pista-cometo error-no me atrevo-baja confianza-salgo y no soy valiente-comento error-banquillo-baja confianza-juego menos-soy suplente”. 


No hay que castigar al jugador por sus errores, sino por su actitud. Pero si quieres competir para ganar es innegable que hay jugadores que te proporcionan más que otros en la pista. Aunque esta idea no debe llevar a anular a nuestros “suplentes”. 


Por último una experiencia personal; yo aprovecho a los entrenadores ayudantes en partido a que estén hablando con los “suplentes” mientras están en banquillo para leer el partido y las acciones de sus compañeros. Así cuando entren en pista vivan el juego que ya estaban jugando en el banquillo. Y al dejar la pista el entrenador hace con é micro análisis constructivos y positivos para mejorar su rendimiento en su siguiente participación en el juego. 

lunes, 17 de enero de 2022

Jugadores de entrenamiento y banquillo

Habitualmente estamos educados para pensar de manera lineal. Un efecto, una causa. Y vinculados en un espacio de tiempo relativamente corto. 


Cuando el entrenador no permite a ciertos jugadores sentirse partícipes del logro colectivo por su poca participación, quizás no generen un efecto pernicioso a corto plazo en la persona. Si se gana el partido, me imagino que no. Ya que al vencer, aun sin haber jugado mucho, probalmente esos jugadores estará contentos (las primeras veces). 


Pero a largo plazo esos jugadores de “entrenamiento y banquillo“ abandonarán la práctica deportiva por aburrimiento o decepción. O por sentimiento de inferioridad o sensación de no “ser tan buenos” como los otros. 


Probablemente, esos entrenadores busquen argumentos que justifiquen el abandono deportivo. Pensarán que su nefasta y selectiva intervención no ha sido un factor determinante. Será culpa del jugador, y el entrenador se justificará internamente acusando al deportista por no haber sabido tener el compromiso necesario para el equipo u otro tipo de desfachateces. Así razonan los entrenadores cegados por la competición. Imaginaros tener que aguantar entrenadores así año tras año. Y como no sabemos pensar más que con el limitado recurso “causa-efecto”, no seremos capaces de entender que deja el deporte, no por lo que ha pasado esa temporada, sino por varios años de negligente comportamiento de algunos entrenadores. Los jugadores terminan por cansarse y aburrirse de esa manera de entender el deporte y dejan de jugar.