Debido a la gran responsabilidad individual y colectiva que requiere, consideramos que es una presión ideal para equipos de categorías de formación ya que se introducen los conceptos de salto, cambio, trap (dos contra uno) y rotaciones, así como el esfuerzo de correr a máxima velocidad una vez superados por el balón. Fomentamos la agresividad del jugador en defensa, a veces tan difícil de conseguir.
Debido al gran esfuerzo mental y físico que conlleva, a menudo es costoso implicar a los jugadores en su realización, sin embargo, la experiencia demuestra que, una vez que los jugadores ven sus frutos, sus deseos por realizarla aumentan considerablemente.
A alto nivel, este tipo de defensa se puede ver en algunos equipos de la Liga Universitaria de Estados Unidos (NCAA) con jugadores muy rápidos y atléticos, resultando ser de gran atractivo para el público. En ligas profesionales como la ACB o la NBA es muy raro que algún equipo la haga salvo alguna situación en la que queden pocos segundos de posesión y se pretenda sorprender al rival forzando un error. Esto se debe a que la enorme calidad técnica de los equipos unida a salidas de presión muy entrenadas hace que pueda romperse y recibir canastas en contra con relativa facilidad.
Es importante hacerles ver el lado estadístico de la defensa para obtener su compromiso; saltar y cambiar -como cualquier presión- no es infalible y puede provocar canastas fáciles del equipo contrario, sin embargo en la balanza estadística es posible que se hayan realizado más robos y canastas a favor que en contra: Hay que hacérselo notar a los jugadores.
Saltar y cambiar es, ante todo, una defensa individual presionante. En la misma existen momentos/lugares, conocidos por el equipo, en los que un determinado jugador se lanza (salta) a por el jugador con balón que ya se encuentra defendido por un compañero realizándose el correspondiente dos contra uno (2c1) (si conviene) o realizándose un cambio de marcaje (cambio). Esta defensa puede realizarse en toda la pista, en 3/4 o en medio campo. El objetivo de la defensa es recuperar la posesión, no robar el balón en el bote; conseguir que el balón se vaya fuera, que el equipo rival realice un mal tiro, recuperar el rebote o robar en línea de pase los podemos considerar como un éxito de la defensa.
Saltar y cambiar puede realizarse de varias maneras, todas ellas válidas y efectivas pero hay que tomar partido por alguna de ellas y entrenarla en consecuencia, el equipo lo debe tener claro. Se puede elegir entre las siguientes opciones:
- Si dejamos recibir el balón a los rivales cuando sacan de fondo bajo su aro o no.
- Momento en que se produce el salto: cuando el atacante inicia el bote o cuando pasa.
- Si sólo hacemos los 2c1 en determinadas esquinas del campo o cada vez que se pueda.
- Si regalamos la calle lateral para saltar de frente o si, finalmente, la cerramos, para que el 2c1 venga por el costado.
- Si intervienen en las rotaciones 2, 3, 4 o incluso los 5 jugadores.
- Si es a toda pista, 3/4 o media.
- etc.
Veamos ahora unos diagramas (reducidos) de una posible defensa de Saltar y Cambiar:
En el diagrama siguiente, el equipo rival saca de fondo, todos los jugadores nuestros se colocarán en defensa individual. Como se observa en la imagen, el defensor 3 (D3) no presiona la salida del balón, y se sitúa en el tiro libre, esto es una elección del cuerpo técnico, podemos ubicar a D3 sobre la línea de fondo presionando el saque, de espaldas al saque listo para hacer un 2c1 al atacante 1 (A1) o a A2 o ponerlo sobre el sacador pero dejando sacar siempre que saque en la dirección que nos conviene.
Los defensores de los posibles receptores (pueden ser 2 ó 3) tiene la consigna de dejar recibir, para ello se colocan en triángulo con respecto al atacante y al balón para negar la puerta atrás (defensor D2). Otra consigna muy importante para el éxito de la presión es no dejarles recibir más allá del tiro libre, es decir, dejaremos recibir en el área comprendido entre la línea de tiros libres y la línea de fondo, el resto de recepciones deben negarse.
Una vez que nuestro receptor ha recibido, la obligación del defensor será que no le gane el centro, orientándole hacia un lado, por donde vendrá un compañero a saltar al 2c1. Al mismo tiempo, el resto de defensores corren a máxima velocidad hacia el campo de defensa: nadie por detrás del balón. Como se observa en la figura de arriba, D4 se encuentra en triángulo respecto al balón y a su atacante, un poco adelantado para poder saltar hacia el balón con los brazos en alto, saltando siempre en la posible línea de pase existente hacia el atacante del cual salta. las zonas sombreadas indican los mejores lugares para saltar al 2c1.
Es muy importante inculcar a los jugadores el que sepan leer en qué momento se debe hace un 2c1 (sin cambio) o un "saltar y cambiar", es justamente cuando el balón esté en las esquinas, ya que las líneas son defensores más debido a las fueras y al campo atrás.
En la imagen, D4 ha saltado hacia A1 y D3 han rotado para defender a los atacantes sin marca y para no quedar por detrás del balón. En ese momento, D1 debe decidir si es el lugar correcto para mantener un 2c1 o si, por el contrario, como A1 ya está parado por D4, debe saltar a buscar un hombre libre (siempre corriendo para no quedar por detrás del balón).
Una de las ideas más importantes de saltar y cambiar es que pretendemos forzar el error y malos pases -que cortaremos-, no robarla en cada salto y cambio o en cada 2c1. El equipo debe estar rápido para recuperar los desajustes que se producen y ser conscientes de cuando el balón nos supera y cuando hay que robarlo.
Las posibilidades de saltar y cambiar son muchas y es poco práctico dibujarlas todas (además las desconocemos) pero la filosofía es esa. Podemos añadir que, una vez superada la presión a todo campo, se puede seguir haciendo saltar y cambiar en media pista (campo de defensa) y que, en este caso, los 2c1 más efectivos no vienen de cara, sino por la espalda del atacante.
Muchas gracias.
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