Entrenar un equipo de chicos o chicas adolescentes tiene un componente educativo además de técnico táctico. Si lo trabajamos adecuadamente sus resultados terminan revirtiendo en el baloncesto.
Esta temporada los pilares de nuestro equipo se basaron en tres aspectos, compromiso, respeto y estudio. Además,dictamos unas normas redactadas positivamente, es decir, en lugar de redactar "NO decir tacos" preferimos redactarlo así: "hablar con propiedad".
El poner normas y tener unos pilares en el equipo te obliga a saber que hacer cuando alguna norma no se cumple o algún pilar se olvida. Hay que saber reaccionar en el momento y ser estricto con el cumplimiento de las normas por parte de todos, entrenador incluido.
La falta de concentración en la categoría infantil , quizás en otras también, genera una serie de actitudes que, en nuestro caso, iban en contra de las normas establecidas. Por poner un ejemplo, una norma, basada en el pilar del respeto, era que cuando uno habla el resto escucha atentamente. Nosotros hemos tenido varias situaciones en las que, explicando algún ejercicio, más de un jugador se dedicaba a molestar a otro o a hacer reir al de más allá.
¿Cómo corregir esto? Varias soluciones, llamando la atención, hablar y razonar que estamos incumpliendo una norma, estar en silencio hasta que el que está molestando calle, castigo físico (correr, flexiones, etc.). Pero en nuestro caso, la situación persistía a lo largo de la temporada con determinados jugadores, a pesar de aplicar estas soluciones.
Y entonces nos planteamos cual era el grado de motivación de los jugadores por el baloncesto, pues tenemos la tendencia a pensar que nosotros, como entrenadores, amamos mucho más que ellos a este deporte, y que en nuestra época de adolescentes sí que sentíamos el baloncesto. Quizás estas actitudes derivan de una falta de motivación, siendo comprensible esta forma de actuar, de manera que preparamos una batería de preguntas que os adjuntamos al final para conocer su grado de motivación.
El resultado nos sorprendió, porque estos chicos, viven, respiran y sueñan BALONCESTO, como nosotros en nuestra función de entrenadores y como nosotros cuando teníamos su misma edad (las cosas no son tan diferentes como creemos.....).
Si comparamos ambas motivaciones la balanza está equilibrada.....entonces, ¿por qué la falta de concentración e inmadurez en más de un jugador?
Quizás, como entrenadores, debamos ser más estrictos aún, y perder uno o dos entrenamientos o una o dos semanas a principios de temporada en marcar una CLARA DISCIPLINA DE ENTRENAMIENTO. Como dijo un buen entrenador: " A veces, tardar un poco en explicar es ganar tiempo (JDC)". Extrapolándolo a lo que nos atañe, perder algún que otro entrenamiento nos hará evitar o prevenir conflitos a lo largo de la temporada.
Seguro que hay otras muchas respuestas a estas situaciones y que las soluciones no solo vengan de nosotros, sino de todo el entorno del jugador, pero, como entrenadores, debemos realizar siempre un análisis de nuestras respuestas ante las diferentes situaciones, conflictivas o no, que se nos plantean a lo largo de la temporada, y por su puesto, ser lo suficientemente inteligentes, para guardar en nuestra "MOCHILA" de entrenador todas las lecciones aprendidas.....porque esto nos hará mejores entrenadores para la próxima temporada, y ....seguro que redundará en la mejora de nuestros "JUGADORES-PERSONAS".