Los padres son una pieza fundamental en el entorno de un deportista, especialmente en las primeras etapas. Tienen que estar incluidos en las dinámicas de los equipos de cantera o en los deportistas de iniciación ya que son la parte más importante de su entorno.
El crecimiento de los equipos dependen también de lo que el entrenador conozca a sus jugadores. ¿Y quien mejor conoce al niño que sus padres? Es lógico entonces que te relaciones con los padres. Son los que más te pueden ayudar a entender la personalidad de tu jugador.
No los excluyas. Gánatelos. Ellos están de nuestra parte. Seguro. No nos excusemos en casos particulares de algún padre para establecer normas generales que limitarán a una mayoría que pretende lo mejor para sus hijos, es decir, lo mismo que nosotros. Evidentemente lleva su trabajo: aprender a conversar, a poner límites con quien haya que ponerlos, etc. Pero si el objetivo es el mismo (y si no lo es para algunos, trabaja para que lo sea), entonces, debemos empezar a pensar que los padres están en el mismo bando y que forman parte del equipo.
¿Cómo incluir a los padres? Aquí van algunas ideas:
- Invitarlos a la charla pre partido. Que escuchen cómo te diriges a los jugadores, y lo que propones en cada partido. Sé que suena arriesgado. Yo lo he hecho. Y al final, dejaron de ir para tomarse el café mientras el equipo calentaba. Pero estaba abierto a ellos. Lo que hicieron fue simplemente escuchar. Mi intención era que observaran el partido con otros ojos. Y fueran más allá de las acciones de sus hijos.
- Mandarles un mensaje por el grupo de whatsupp (si lo tienes) donde pongas los objetivos que pretendes con el partido. Así tendrán una referencia de tu idea del partido y sabrán mirarlo de otra manera.
- Charlar con ellos 5 minutos al terminar el entreno y explicar lo que has hecho o preguntas que quieran hacer. Puedes hacerlo con el grupo de padres que esté o acercarte individualmente a alguno para comentar algo particular de su hijo.
- Exponer en una charla lo que quieres conseguir y más importante, cómo lo quieres conseguir. Especialmente, charla de inicio de temporada.
- Programar actividades que integren padres y jugadoras, con el entrenador incluido.
También me gustaría hacer una pequeña mención a cómo comunicarse con ellos, desde mi propia experiencia, tanto como entrenador y como padre que ha escuchado a los entrenadores de mis hijas:
- Son padres, son adultos, son responsables de sus hijos y de la educación que les dan. Eso implica que nosotros no somos los responsables de su educación, no debiendo juzgar si es la correcta o no.
- En general van a estar de tu lado, aunque puede haber alguno que crea que no lo estás haciendo bien, tanto en el aspecto técnico como el de gestión humana. A estos, mi recomendación es que quedes con ellos aparte y les escuches lo que te tienen que decir. Y después, reflexiona sobre lo que te han dicho, lo que tu propones y haces y vuelve a quedar con él una segunda vez para explicarle educadamente tu posición y punto de vista.
- Recuerda que son tus actos en la banda durante los partidos y lo que haces durante los entrenamientos con tus jugadores lo que realmente van a valorar, más allá de tus palabras.
- Tu edad es un factor en la relación con ellos, ya seas un igual, mayor o menor en edad. Fundamentalmente se hará notorio en la conversación individual. Se educado y respetuoso, aunque ellos no lo sean. También se firme y claro.
- Ante cualquier conflicto que no se resuelva por los jugadores o por ti, puedes incluir al padre correspondiente, debiendo tener conocimiento tu director técnico (DT), y si no se resuelve así, será el DT quien deba gestionarlo junto a ti, el padre y el jugador. Se deberían obtener propuestas claras y concretas.
Sitúate por un momento en su posición. Se padre de los jugadores de tu equipo. ¿En qué crees que se van a fijar para evaluarte como entrenador adecuado para sus hijos?
Pues además de enseñarle baloncesto, los padres se centrarán en los siguientes puntos, en relación a sus hijos, que son quien les importa a ellos:
- Cómo el entrenador reparte los minutos de juego en un partido, evidentemente, los de su hijo.
- Cómo se comunica con los jugadores, si les grita o les dice constantemente lo que tienen que hacer.
- Qué hace el entrenador cuando un jugador falla. ¿Se lamenta?¿Se queja?¿Le dice lo que ha hecho mal? Entonces se está centrando en el resultado final y no sabe utilizar el fallo para que el jugador aprenda.
- La actitud del entrenador cuando el equipo lleva un marcador abultado en contra. Si está sentado o de pie dando la cara por ellos y asumiendo responsabilidades.
- Qué hace el entrenador cuando pide un tiempo muerto por una racha negativa de vuestro equipo. ¿Hace aspavientos?¿Grita?¿Pizarra al suelo?¿Gestos de negación con la cabeza? Estas son señales de que piensa que la culpa es de los jugadores y poco tiene de autocrítica el mismo.
- Si habla con todos los jugadores o sólo se centra en algunos.
- Si el entrenador permanece involucrado en la dinámica de los entrenamientos o si por el contrario a veces se sienta o charla con otros entrenadores. Si se dedica a mirar el móvil…
- Si el entrenador en los entrenamientos está haciendo demasiado rato el mismo ejercicio (puede hacer el mismo movimiento de los jugadores pero con objetivos diferentes, eso sería distinto) o si abusa del juego del 3c3, 4c4 o 5c5, eso significará que no lleva muy bien preparados los entrenos (lo que conduce a pensar que le importa poco el crecimiento de tu hijo).
Es cierto, que más de uno se habrá encontrado con los siguientes perfiles:
- Piensa que su hijo es mejor que otro.
- Anota los puntos que mete su hijo en partido.
- Le da órdenes a su hijo durante el partido del tipo: "pasa, tira, entra, defiende, cuidado, pero qué haces, etc., “
- Los temas habituales cuando vuelven del entrenamiento o partido son: el entrenador y sus decisiones de los ejercicios que hace en el entreno, los cambios que efectúa en el partido o los tiempos muertos que pide,etc.
- Piensa que los árbitros siempre están en contra de su hijo.
- Piensa que "si no cambian las cosas y empezamos a ganar, me voy con el niño a otro club”.
Por lo general, todos los carteles en los pabellones del tipo "juega con respeto", mandamientos deportivos, escritos sobre valores en el deporte, etc., y que suelen ser leídos por aquellos padres que sienten la responsabilidad de apoyar a sus hijos en una práctica deportiva para que les proporcione enseñanzas, tanto en la pista, como en su vida personal. Padres cuya pretensión es que sus hijos jueguen mejor cada día al deporte que han elegido, aprendan a competir, salgan a ganar al campo, pero siempre, utilizando un determinado camino conocido por todos.
Y luego están los "otros padres" que ni leen, ni ven, ni escuchan ni decálogos ni mandamientos ni nada. Con ellos no va la película. Pero hacen ruido, calumnian, protestan, se quejan y, con perdón de la expresión, "no paran de dar por saco día tras día". ¿Cómo actuar con ellos?
La primera idea es hablar, reflexionar sobre el problema que plantean (porque siempre van a plantear un problema) aunque tienes que saber que "hagas lo que hagas, da igual...les importa un pepino. No saben escuchar, tienen su idea propia y siempre van a criticar destructivamente".
Desde este prisma, las actitudes tolerantes, dialogantes, empáticas, integradoras, etc., no suelen funcionar con ellos. Tienen que ser el primer paso, evidentemente, pues es la forma de ser de las buenas personas, pero sabiendo que no tendrán resultado en la mayoría de las ocasiones (y si lo tienen, bienvenido sea). A partir de aquí, segunda idea, "no cambies tu forma de trabajar por ellos, confía en ti y se consciente de todos aquellos que sí creen en lo que estás haciendo".
El mensaje no es que no cambies tu forma de trabajar, el buen entrenador tiene su base, y siempre está dispuesto a revisar ideas, conceptos, procedimientos, etc., pero no lo hagas por las quejas de este tipo de gente.
Tercera idea, "eres quien eres, y no pretendas ser quienes otros quieren que seas". Aunque parezca un trabalenguas, si lo lees despacio se entenderá el mensaje. Tienes una forma de ser que se debe reflejar en la pista. Se tú mismo. Te irá mucho mejor, con tus virtudes y tus defectos. No pretendas ser quien no eres, y menos quien otros quieren que seas.
Cuarta idea. Transigir es consentir. Si no te gustan determinadas actitudes en los partidos o entrenos, del tipo, "yo dirijo a mi hija", "protesto lo que y como me da la gana al árbitro", con total educación y respecto, hazlo saber. Pero hay que ser inteligente.
Quinta idea, "nunca hables sólo a solas con ellos, siempre busca aliados". Si te piden hablar para comentar cosas sobre sus hijos, no vayas solo, busca aliados, que esté presente el DT, alguien de la junta directiva, porque lo que suele pasar es que tus palabras las confundirán, las malinterpretarán (intencionada o no intencionadamente), pongan en boca tuya frases que no has dicho, sino interpretaciones suyas. Así que, no vayas nunca solo con este tipo de personas, pues parte de su "negocio" se basa en; "es que tu dijiste" y prentenderán que entres en la guerra de "no lo que yo quería decir...", etc. Ya sabes que de lo que piensas decir a lo que dices, a lo que oyen y lo que interprentan, con este tipo de gente, hay una gran diferencia del principio (lo que piensas decir) al final (lo que interpretan).
Sexta idea, "ahí está la puerta". Si el trabajo está razonado, y, tanto el DT como junta directiva, están en la misma línea que tú (que en condiciones normales es así), y tras dar los "primeros pasos de buenas personas" que antes mencionabamos (reuniones, etc.), el mensaje para ellos es claro. De esta línea no nos movemos, es, por así decirlo, filosofía. Y en ella creemos y tenemos nuestros argumentos y razones. Si no te gusta.....
Séptima y última idea, "dale la vuelta a a tortilla, y trata el tema con humor". Que este tipo de padres no suponga un problema. Aprovecha el conflicto para aprender, para mejorar como entrenador, en tu comunicación, a potenciar las relaciones del club, etc., una piedra en el camino no es un obstáculo, es una oportunidad. Y no te olvides de tratar el tema con humor, ten perspectiva.
Y cuando tengas que elegir jugadores la próxima temporada, no vendría mal una entrevista con los padres....
Quisiera hacer una última apreciación a la hora de relacionarnos con los padres. Y es referente a la comunicación. Debemos saber cuándo, cómo, dónde y qué debemos decirles. Particularizando en los grupos de WhatsUpp o de cualquier otra red social, yo siempre he aconsejado a otros entrenadores que sólo se utilice para información general del tipo, horas de entrenamiento, cuándo se queda para el partido, etc. Se debe evitar utilizarla para vertir valoraciones, opiniones o relatar hechos ya que la interpretación acampa a sus anchas en esta situación, y los padres tienen un componente emocional hacia sus hijos lógico y natural, que puede desembocar en una conversación malinterpretada y farragosa. Es mejor utilizar unos minutos después de un entrenamiento, cara a cara.