Llevamos un mes entrenando con un alevin masculino, sin oposición y con mascarilla.
Cada generación es diferente y cada grupo también.
No sé cuánto habrá condicionado el hecho de no tener oposición en los ejercicios, pero la primera observación es que los chavales tienen un mayor nivel de ATENCIÓN a los detalles. Y durante todo el entrenamiento, lo que significa que están mostrando una mayor facilidad para estar concentrados (concentración= atención prolongada).
Son capaces más rápidamente de entender las dinámicas de los ejercicios, especialmente en las evoluciones que introducimos (van acumulando tareas en la misma dinámica) que lo hacen más complicado: la mano con la que tienen que pasar, la arrancada que pedimos, los apoyos, los cortes sin balón, etc. Incluso el juego 3c0 que hemos propuesto alguna vez lo han "pillado" mucho más rápido que equipos de otros años (línea agresiva-fácil, puertas atrás, etc.).
¿Influirá el no tener oposición? Si fuera así será porque no tienen este factor más de atención (y con bastante peso específico) y pueden dirigir su mirada y su pensamiento con mayor precisión a otros aspectos.
El no tener oposición hace irreal el juego, ya que es la esencia de la toma de decisiones. Pero la pregunta que me ronda es si no sería bueno que en las 2-3 primeras semanas de cada temporada se trabajara sin oposición con el propósito de asentar con mayor consistencia la capacidad de atención.
Los entrenadores viendo esta tendencia hemos fomentado, recalcado y alabado a los jugadores lo bien que lo están haciendo en esta área de la atención.