Todos formamos parte de un grupo, y probablemente, de varios grupos, dentro de nuestro día a día. Los compañeros del trabajo, la familia, la asociación de vecinos, etc., y en ellos, probablemente haya siempre un jefe, coordinador, presidente, etc.
Las estructuras tradicionales de los grupos nos marcan que tiene que existir un jefe con autoridad que vuele por encima del grupo con potestad para decidir sobre los miembros del equipo.
Cada día que pasa, me doy cuenta de lo límitado que es esta visión de trabajar en equipo. Incluso las últimas tendencias hablan y hablan de liderazgo, coaching, etc., y cada día estoy más alejado de estas opiniones.
No digo que tengan que existir organizaciones jerarquizadas con estructuras rígidas, y jefes que controlen y tomen decisiones, pero debemos abrir nuestra mente a otras formas de trabajar.
Esta temporada que ha finalizado ha supuesto un éxito para mi. No hemos logrado el ascenso que generaron nuestras expectativas por cuatro fatídicos segundos (a falta de 4 segundos íbamos 3 arriba y perdimos el partido....), pero cumplimos los objetivos competitivos marcados, sobradamente. No es una cuestión de conformismo. Las expectativas que generó el equipo han sido muy superiores a los objetivos que se marcaron.
Uno de los grandes éxitos ha sido la manera de trabajar del cuerpo técnico. Tres entrenadores (uno de ellos el preparador físico) y un delegado. Un equipo de cuatro. ¿Lo mejor? No había "head coach". Evidentemente uno de los entrenadores estaba de pie en los partidos y daba la cara, adaptación a las normas. Además, era el que se encargaba de los medios de comunicación. A partir de ahí, se acabó.
Las decisiones se tomaban en equipo, en los partidos, hasta los cambios se hablaban, la típica situación de segundos antes de un tiempo muerto con los entrenadores hablando, entrenamientos gestionados en conjunto, planificación de la temporada en grupo, etc.
Si el equipo fuera una empresa, el cuerpo técnico sería quien la gestionara, y los jugadores, ¿los empleados?. Pues tampoco lo creo, los jugadores forman parte del equipo, los jugadores toman decisiones, a los jugadores hay que escucharlos, en partidos, en entrenamientos, fuera del campo, etc.
Evidentemente podemos pensar que se trata de una manera "anárquica" ( forma de gobierno donde las instituciones son formadas por el libre acuerdo), donde todo el mundo puede y hace lo que quiera... pero.... para GUIAR al equipo, el cuerpo técnico tiene que tener tiempo para dialogar (y entre entrenadores hemos hablado una barbaridad), analizar, estudiar, coordinar, MOTIVAR, comunicar, preparar, corregir (cuándo y cómo), tomar y trasladar decisiones, ESCUCHAR ( a los otros entrenadores, a los jugadores, a gente que te aprecia - los que no te aprecian mejor obviarlos...), influir en tus jugadores/junta directiva, crear oportunidades de mejora, aportar soluciones, adelantarse a los conflictos, INVOLUCRAR (jugadores, junta directiva, seguidores, medios de comunicación, etc.), gestionar EMOCIONES, fomentar el ánimo y la energía del grupo, etc.
¿Es necesario un "entrenador jefe" que controle, dirija, y tome decisones tras la aportación de los comentarios de los ayudantes? Cada día estoy más convencido de que la figura del primer entrenador tiene menos peso específico y más la de un buen "cuerpo técnico", aunque sean solamente dos.
Yo me he considerado un afortunado esta temporada, pues he entrenado con un amigo, donde el DIALOGO, ha sido nuestra arma fundamental. Seguro que podríamos haber hecho mejor la planificación, haber enseñado más detalles a los jugadores, gestionar mejor los partidos. Seguro que nos hemos equivocado mucho, pero EL DIALOGO ha sido fundamental. Hemos hablado muchísimo entre nosotros y hemos hablado muchísimo con los jugadores. No había JEFE, no había HEAD COACH, había un buen grupo de buena gente tratando de hacer lo mejor posible e intentando DIVERTIRSE lo máximo posible.