domingo, 13 de marzo de 2016

¿Cuántos cuartos he jugado? ¿cómo vamos? ¿puedo ver cuántos puntos he metido?

Este fin de semana he dirigido un benjamín. 

Lo mejor de todo fue lo que puse en un tweet: 


El rival era de nuestro nivel, lo que suponía exigencia e intensidad. Nuestras jugadoras lo tuvieron. Desde el banquillo escuchaba:

- ¿cuántos cuartos he jugado?
- ¿cómo vamos?
- ¿cuando termine puedo ver cuántos puntos he metido?

Jugábamos al aire libre. Y al llegar al campo, una jugadora (9 años de edad) se quejó de que la pista era una "porquería". Algunos padres también. Otros no. 

El caso es que al terminar el partido, que por cierto perdimos, comenté en mi club la siguiente frase, como resumen del partido:

"Benjamín femenino pierde. Demasiadas jugadoras centradas en cuantos cuartos juegan y cuál es el resultado, y no tanto centradas en otros aspectos. De todas maneras, el nivel medio del grupo cada vez es mas alto"

Una respuesta a mi comentario me sorprendió. Iba en el sentido de que es normal que se centren en cuantos cuartos juegan o el resultado, y lo malo sería que no quisieran salir y que les diera igual ir arriba o abajo. 

Y esta reflexión a mi comentario me ha hecho pensar. Probablemente me expliqué mal y mi forma de expresarme no fue la correcta. 

Cuando otros entrenadores me escuchan decir que se han centrado en los cuartos que juegan o en los puntos que meten, la respuesta es "que es normal", y su justificación se sustenta yendo al extremo contrario. Si no quisieran jugar sería malo, si no quisieran saber el resultado sería malo. Y quizás sea el pensamiento de otros adultos que rodean al equipo. No el de todos (espero). Y para mi este es el error y el germen de unos equivocados pilares o fundamentos de cara a la evolución de los equipos. 

Tal vez deberíamos pensar: "¿Y qué puedo hacer para que se centren en lo que está bajo su control? ¿cómo puedo conseguir que entiendan el valor del trabajo en equipo? ¿Cómo puedo transmitirle a las jugadoras que todas tienen un talento?

Si me quedo en que es "normal" que se preocupen de eso porque lo contrario sería malo, doy por hecho que es bueno que quieran jugar más que las demás y que se centren en el resultado. Y no hago nada (evidentemente, porque es normal... e incluso bueno). 

Si las jugadoras están centradas en cuántos cuartos juegan, sus puntos y el resultado, no se centrarán en disfrutar, correr detrás del balón con todas sus ganas, quitárselo al rival, tirar a canasta, pasársela a la mejor situada, ser valiente y botar hacia el aro, animar desde el banquillo a las que se esfuerzan en la pista, etc. 

¿Y no crees que hay dos valores directamente aplicables aquí? HUMILDAD Y GENEROSIDAD. 

Pero no solo es un trabajo sobre las niñas, quizás también sea un trabajo sobre algunos adultos que rodean la competición. 

A lo mejor mi forma de pensar es la equivocada......




1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues a mí me sorprendió muchísimo ver a una jugadora llamar la atención de una compañera con una sonrisa cariñosa, cuando esta se interpuso involuntariamente a una entrada de aquella. Nunca lo había visto. A lo mejor las benjaminas tuvieron un día tonto y ... poco más.