Hace tiempo que me leí el libro de "El marciano", que casualmente va a salir, si no lo ha hecho ya, a la gran pantalla, protagonizada por Matt Damon.
No os voy a contar la historia, pero el argumento sí. Consiste en una misión espacial a Marte en la que uno de los miembros de la tripulación se queda aislado en el planeta rojo. A partir de ahí, cuenta su experiencia de supervivencia.
Más allá de la trama, que nos guste más o menos, hubo una serie de aspectos de la conducta del personaje principal, que a continuación relaciono, que percibí interesantes para mi tarea como entrenador, para aplicarlas a mi mismo y para transmitir a mis jugadoras.
1. Experiencias de aprendizaje
Los conflictos y piedras en el camino son los maestros que nos acompañan, nos hacen crecer y nos ayudan a mejorar y progresar. No hay que verlos como enemigos u obstáculos insalvables, sino como amigos y oportunidades.
2. Paso a paso. Pequeños objetivos. Problema a problema
El protagonista se enfrenta a problemas graves para su supervivencia, pero decide ir solucionando pequeños problemas. Probablemente, la resolución de esos problemas condicione los siguientes, pero es una buena política diseccionar los problemas que afrontamos en pequeños trozos de problemas. Es más simple, y quizás, con un buen análisis, podamos llegar a la causa raíz, actuando sobre ella y no sobre las consecuencias.
3. Proactividad
Vale, estoy solo en Marte, nadie va a hacer nada por mi. No tengo ayuda, ¿qué puedo hacer? Proactividad va acompañada de movimiento, de acción, de MI acción. Y no de hacer en función de los demás.
4. Creatividad
No tengamos un único pensamiento. Rodeémonos de gente que piensa diferente, que nos ofrezca otras perspectivas, otros puntos de vista. Luego elijamos, pero aprendamos a pensar de otra manera, no una única. Atrevámonos a probar cosas. A equivocarnos y crecer con el fallo.
5. Confianza en uno mismo. Seguridad
Tenemos que aprender a conocernos, a saber cómo somos, a conocer nuestras habilidades. Eso nos proporcionará confianza en uno mismo, para luego, como decíamos antes, atrevernos, equivocarnos, etc.
6. Tiempo para pensar
Se trata de un equilibrio entre el pensamiento y la acción. Ni debemos encerrarnos a pensar, ni debemos estar todo el día actuando. La experiencia sin reflexión no es útil. Piensa por qué haces las cosas, o por ejemplo, piensa por qué juegan al baloncesto las jugadoras a las que entrenas. Quizás te pueda dar perspectiva de como orientar tus entrenamientos o afrontar los partidos.
7. Sentido del humor
Cualquier situación tiene una parte positiva. Cualquiera. Hasta quedarse tirado en Marte. Siempre hay una lección aprendida. Y siempre hay que tener una mirada para encontrar ese punto de humor que hace la vida más agradable.
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