miércoles, 26 de julio de 2017

Carta a los presidentes de las federaciones de baloncesto. Cursos de entrenador. ¿Para qué sirve el baloncesto?

En la entrada anterior escribí una carta al director del Curso de Entrenador Superior (CES) de baloncesto, que junto a su equipo de trabajo, están realizando una magnífica labor formativa.  Carta

En la carta le exponía al director del CES de la necesidad de desarrollar una asignatura en el curso relacionada con la idea de orientarse hacia "el camino para competir" frente a "el objetivo de ganar", dos líneas muy diferentes. En varios artículos de esta bitácora se reflexiona sobre estas ideas: Gestionar el talentoYo quiero ganar...Separar generaciones o mantener por año de nacimientopor qué abandonan el baloncesto.

Amablemente y con celeridad el director del CES contestó con un tweet  que el curso se orienta hacia la profesionalidad, aunque también toca aspectos que se relataban en la carta. Eso demuestra dos cosas, por un lado, coherencia entre los contenidos y los objetivos que persigue el curso, ya que se orienta al baloncesto profesional, y en segundo lugar, su interés e implicación porque el baloncesto tenga un impacto positivo en la sociedad, tocando parcialmente estos temas que consideramos importantes.

Una de mis preocupaciones asociadas al deporte es si verdaderamente tiene impacto positivo en la sociedad, y creo que debería tenerlo. La sociedad que rodea al baloncesto son nuestros jugadores y padres. La manera en la que entrenamos, lo que les decimos, cómo se lo decimos, cómo gestionamos los minutos de nuestros jugadores en partido,  etc., podría, y desde mi perspectiva, debería tener impacto en ellos, para que ellos sean altavoces de esta visión en nuestra sociedad actual. 

Me he encontrado a entrenadores hablando de compromiso a sus jugadores, obligando a ir a entrenar, en lugar de motivar para ir a entrenar, para que, una vez llegue el partido, ese compromiso del entrenador hacia el jugador se esfume, al no tenerlo un número decente de minutos en pista, porque no es lo suficientemente bueno como para ganar el partido dada la oposición presentada por el rival. Esto se ve cada fin de semana. Ciega el deseo o ansia de victoria por encima de la formación y el crecimiento deportivo y personal de nuestros deportistas. 

Si el CES está orientado a entrenadores profesionales, deberían ser las comunidades autónomas las responsables de educar a nuestros entrenadores en esta idea, entre otros, ya que son responsables de los cursos de nivel 0, I y II. 

La educación, al igual que el deporte, es, como dice Angel Sanz (@proyectowow ) un "arma de construcción masiva". Deberíamos utilizar la educación deportiva para cambiar mentalidades y el mejor lugar para empezar son los cursos de entrenador de nivel 0, I y II, cuya responsabilidad en la organización y difusión de contenidos del curso son las federaciones de baloncesto deportivas. Los entrenadores son la clave. 

Es en estos cursos donde debemos introducir una asignatura, si no está introducida ya, específica para explicar por qué se juega al baloncesto y el impacto del entrenador en la sociedad a través de su trabajo. Un asignatura que se podía llamar de muchas maneras, pero que su contenido estuviera relacionado con el talento y la cooperación, donde se resaltara la importancia de la conducta y el comportamiento del entrenador en los entrenamientos y partidos. De centrar la atención en el desarrollo de TODOS los jugadores y no sólo de los de más talento. Utilizar al rival como compañero de viaje en nuestra mejora, cambiar la visión de lo que es un partido, hacer crecer a TODOS los integrantes del equipo, para poniendo su talento al servicio del colectivo, hacer crecer al equipo, creciendo así cada uno de los jugadores hasta el máximo de sus posibilidades. 

En el entrenamiento, el entrenador suele entrenar para todos, y los jugadores entrenan juntos. En el partido, el entrenador suele dirigir para ganar utilizando más a lo "mejores" y menos a los "peores". Y es aquí donde fallamos a nuestra supuesta idea de querer formar personas, pues dejamos en la estacada a los "peores", regalándoles 6-7 minutos por partido, para evitar que sus fallos y errores no impacten en el resultado final del partido y así podamos ganar. Ni coherencia, ni integridad. 

Por lo tanto, sabiendo que son las federaciones responsables de la formación en nivel 0, I y II, re-escribo la carta a cada uno de los presidentes de cada federación con la intención de que se modifiquen los contenidos de los cursos, para incluir en cada uno de ellos, sino lo hay ya, asignatura o charla referida al talento de todos y la cooperación en el baloncesto.


Estimado Presidente de la Federación de Baloncesto de su Comunidad Autónoma:

Son las federaciones autonómicas las responsables de los cursos de formación de entrenadores de nivel 0, I y II que se desarrollan a lo largo de la temporada con distinta frecuencia, imagino que en función de los recursos disponibles y la demanda. 

Sería interesante saber cuántos de los entrenadores de sus cursos se dedicarán profesionalmente a ser entrenadores. Y refiero a profesional al  hecho de cuántos podrán cobrar lo suficiente para poder pagarse una casa digna, una alimentación sana y equilibrada y la posibilidad de invertir en la educación de sus hijos, caso de tenerlos.  

También "profesional" puede tener otra acepción, que seguro va implícita en la mayoría de los asistentes, el interés y la pasión por ser cada día mejor entrenador con independencia de tu remuneración. 

Me aventuraría a compartimentar a un entrenador en tres áreas: conocimiento (cuanto sabe), metodología (cómo transmite su conocimiento) y liderazgo (cómo gestiona a su cuerpo técnico y jugadores). 

Y ordenaría a los entrenadores en tres grandes grupos, según la realidad actual, los que entrenan en la élite: LF1, LEB Oro y ACB, los que entrenan en un grupo intermedio semiprofesional: LF2, LEB Plata y EBA y los que entrenan en cantera o seniors de la categoría Nacional o menores. 

Ahora me haría una pregunta de porcentajes. ¿Cuántos entrenadores de los que asisten a los cursos irán a cada grupo? Desconozco la respuesta, pero me inclinaría que la mayoría irá al tercer grupo, al de cantera y seniors menores. 

Probablemente, estos entrenadores del tercer grupo sean los responsables de transmitir el baloncesto al mayor número de jugadores de los tres grupos, ya que la élite o el grupo semiprofesional contienen al menor número de jugadores comparado con seniors menores o cantera. 

Y esto me lleva a pensar en el tremendo impacto que tienen estos entrenadores en un baloncesto que no va a llegar a las canchas profesionales o semiprofesionales, y que se quedará como un baloncesto complementario al desarrollo de la persona. 

Desconozco el formato actual de los cursos y las asignaturas que se imparten. Estoy convencido que se trabajan las tres áreas: conocimiento, metodología y liderazgo. Me imagino que se hablará mucho de baloncesto, técnica, táctica, etc., que serán impartidos por excelentes entrenadores de su comunidad autónoma. 

Teniendo en cuenta que la gran mayoría de entrenadores se dedicarán a entrenar a equipos del tercer grupo antes mencionado (cantera o senior de Nacional hacia abajo), considero que el curso debería que hacer hincapié en  la siguiente idea en formato de una asignatura concreta o charla, si no se está haciendo ya: 

"El camino para competir. La de la cooperación frente a la competición. La victoria/derrota frente al proceso. El desarrollo del talento de TODOS los jugadores de la cantera frente al tradicional “potenciamiento” solo de los de mayor impacto en el juego. De cómo llegar a ser competitivos, de la importancia de “ganar” o de la importancia del “camino para ganar”. El rival como compañero de viaje."

Esta temporada he visto un club que gestionó 18 chicas junior, quedándose con 12 de ellas para formar un solo equipo más competitivo en lugar de dos equipos (consecuencia: 6 chavalas fuera), a equipos de mini llevando al mínimo de jugadores para cumplir con las reglas (y hacer la rueda con 12, dejando a tres fuera de convocatoria posteriormente), a equipos presionando a toda pista en el último cuarto mientras vencían por más de cincuenta puntos en categoría preinfantil con la justificación de sus entrenadores de que tienen que mantener la mentalidad para cuando lleguen partidos difíciles, marcadores de 146 a 2, o a entrenador@s insultado a sus jugador@s. Todo eso lo he visto esta temporada y en clubes modestos, de los que no ganan campeonatos de España en cantera. Y lo que no habré visto u oído. También he visto mucho y muchas cosas muy positivas, a nivel de baloncesto y a nivel educativo. 

Tengo claro que no se pueden controlar ciertas cosas y que en ningún caso la federación y los gestores y profesores de los cursos son responsables de ello, pero también tengo claro que los cursos son un paso muy importante para muchos entrenadores, donde se ejerce influencia, e incluso me atravería a decir que tendencia. Creo que los cursos deberían incidir mucho más en la idea del camino hacia la competitividad. Se nos llena Twitter o Facebook con frases o ideas sobre lo que es un equipo, el camino, el proceso, la formación a las personas, los valores del deporte, etc., pero lo cierto es que los hechos no siguen a las palabras, por lo menos, como para mejorar a esta sociedad a través del deporte. No hay tantos entrenadores, directores deportivos o directivos coherentes con esta idea que considero muy importante. Debemos educar a nuestros futuros entrenadores, desde el nivel cero hasta el II, a que la competición es una consecuencia de la cooperación y el crecimiento de TODOS los jugadores. Y difundir esta idea a padres y jugadores desde los banquillos. 

La gran mayoría de los entrenadores de sus cursos la próxima temporada cogerán a su equipo cadete, o infantil, o mini, o senior Nacional, y además de enseñar cómo se pasa un bloqueo o cómo se enseña la disociación de pies con el bote, que es importante, además de enseñar a gestionar un banquillo, a liderar a un grupo de chavales, tendríamos que enseñarles cúal es el justo y correcto camino hacia la competitividad, y que no es otro que el talento de TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS JUGADORES. Nuestros jugadores tienen que jugar. 

Estimado presidente de la federación, sería fantástico a que desde sus cursos se colaborase, si no se hace ya, de forma activa (charlas, asignaturas, etc.) a transmitir a los entrenadores el valor de la cooperación y el talento al servicio de la formación deportiva y personal de los jugadores y la enorme influencia que pueden tener en sus jugadores y padres a través del baloncesto. Transmitir la importancia de que TODOS son importantes y darles el espacio adecuado en la pista. Alejarnos de que juegue los "buenos" y en los partidos que vamos muy por encima jueguen los "no habituales". Explicar cómo queremos ser competitivos (algunas ideas las expresé en estos enlaces: Gestionar el talentoYo quiero ganar...Separar generaciones o mantener por año de nacimientopor qué abandonan el baloncesto.)

Transmitir la idea de que después de cada entreno, cada uno de sus jugadores o jugadoras, llegue a casa reventados de esfuerzo y digan a sus padres: “Prepárame la cena rápido, que me quiero poner a estudiar matemáticas”. Eso significaría que hemos conseguido entrenar como deberíamos hacerlo. Que hemos incidido positivamente en su motivación personal. Es un buen indicador del rendimiento del entrenador de cantera o equipos senior de Nacional o menores. 

La victoria o la derrota es una consecuencia y no está bajo nuestro control. Generar motivación en nuestros jugadores y hacerlos mejor técnica, táctica, colectiva y humanamente, SI. Y creo que esto hay que enseñarlo en los cursos si no se está haciendo ya. Enseñarles para qué sirve el baloncesto y la fuerza que tenemos para construir una sociedad mejor a través de nuestro deporte.  




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