jueves, 14 de septiembre de 2017

Viajes de fin de curso, alcohol, macrobotellones y mi labor de entrenador de baloncesto.

Pues acaba de empezar el instituto para una gran mayoría de chicas y chicos que afrontan su último año, segundo de bachiller, antes de dar el siguiente paso en su etapa académica. 

Primer día después del verano. Muchos de ellos se vuelven a ver las caras tras unos tres meses de vacaciones sin coincidir. Saludos, sonrisas, horarios nuevos, alguna que otra cara nueva, profesores, asignaturas, etc. 

Nada nuevo a lo que podría ser el primer día de instituto de un chaval hace 30, 40 o 50 años. Pongamos una diferencia respecto a entonces. El grupo de whatsupp. 

El grupo de whatsupp se reactiva después de un periodo menos activo comparado con la época académica de septiembre a junio. 

Y cuál ha sido mi sorpresa que en un grupo de alumnos de segundo de bachiller, el primer día de clase, bueno, ni el primer día, el día de la presentación del curso, donde los alumnos tienen que ir a la una de la tarde, mirar las listas, ir a clase, charlar con los compis y poner cara a sus profesores, pues en ese día, cae en el grupo de whatsupp  de una clase de segundo de bachiller un mensaje de una empresa que anuncia ¡¡¡VIAJES DE FIN DE CURSO A MALLORCA !!!

Evidentemente, me quedé perplejo. No tengo nada en contra de Mallorca, ni de los viajes de fin de curso, lo interesante es lo que ofrecía, entre otras cosas, lo siguiente:

  • El mejor viaje de tu vida. 
  • Si vas en barco, experiencia increíble con FIESTÓN A  BORDO CASI ININTERRUMPIDO. 
  • Hotel en zona Arenal, MACROBOTELLONES EN LA PLAYA, FIESTA MUCHA FIESTA. 
  • Hotel en zona DISCOTEQUERA.
  • Un Staff imaginativo que organizará torneos deportivos, POOL PARTY´S y un montón de sorpresas más.
  • Contrátalo con nosotros y os enviamos un comercial a vuestro instituto. 
  • BONOS DISCOTECA al llegar a la isla.

Todo esto el primer día de clase. 

Me reservo la opinión de este tipo de empresas y lo que fomentan. 

Lo que tengo claro es que el baloncesto, y cualquier otro deporte, es, como dice Angel Sanz, “un arma de construcción masiva”. De construcción. 

Hace mucho tiempo que dejé de creer en la motivación del “si/entonces” para determinadas tareas. Desde luego, nunca para los estudios: “Si apruebas todo, ENTONCES tienes un viaje de fin de curso a Mallorca con tus amigos”. 

La lectura de esa información llevó a mi cabeza a la importancia de cómo entrenamos a equipos de chicos y chicas de edades a partir de los 14 años. Es una etapa donde sobre todo hay que dar espacio al error, a la toma de decisiones de las jugadoras, a la capacidad de observación y percepción para ejecutar en función de lo que ven en el juego. Espacio y tiempo para que comprendan el juego. Que sean conscientes de que es un deporte de “interactuación”, donde se relacionan con sus compañeras, rival, árbitros y público. Y que se relacionen con respeto. Y trabajar la humildad. Y fomentar el crecimiento del equipo partiendo de unas sanas relaciones personales entre ellas. 

Tenemos que olvidarnos de la exigencia impuesta, de la dirección guiada, de las advertencias tipo “si no vienes a entrenar un día no juegas/lo tienes que recuperar…”, de buscar la victoria con la participación de los de mayor impacto en el juego, de los gritos o las pizarras estampadas contra el suelo, de los descansos de los partidos en el vestuario acusándolas del marcador en contra, de los aspavientos en la banda por los erroes en la pista, etc. 

Por supuesto que hay que exigir, demandar esfuerzo e intensidad en cada acción de cada entreno. La clave está en el CÓMO. La metodología que utilizas. 

El baloncesto puede ser una herramienta brutal para que nuestros chavales sean capaces de observar, comprender y tomar decisiones y saber si se están aprovechando de ellos aquellos que el primer día de instituto les venden un viaje a Mallorca a final de curso orientado a la fiesta y el alcohol. 


Pero los entrenadores tenemos que entender para qué juegan al baloncesto la mayoría de nuestros adolescentes. No perdamos el norte, aparquemos nuestro ego y preguntémonos ahora que empieza la temporada: ¿qué aprenderé este año de mi equipo?¿estaré a la altura de ellos? ¿cómo puedo utilizar el baloncesto para que sean excelentes personas?

No hay comentarios: